Ha pasado un buen tiempo. La verdad es que he estado bien. Demasiado bien para ser verdad. Tan bien, que me perturba estar bien. Y muy contento. De a poco siento que estoy alcanzando mis metas. Hoy me fue muy bien en un ramo de computación, que si bien, es un ramo "bonus", siempre es importante tener buenas notas, porque te va quitando presión para lo que viene más tarde y te da una especia de "cuenta de ahorro" en cuanto a notas.
Gracias a mis post seudoprofundos de la saga destinal me di cuenta que me estaba desperfilando, así que tras un gran trabajo mental retomé la senda del bien. Así que con eso, a dejar de pensar en lo que se aleje de mi camino principal.
Y eso. También físicamente estoy mejor. Con mucha más energía y ya he bajado como 2 tallas de pantalon. Puedo usar ropa que hace años no me ponía. Pero todavía queda un largo camino en la batalla contra los adipocitos, pero se puede.
Así que eso, cuando uno sube el Everest, y va en la mitad, es bueno mirar para atrás, porque si bien, queda un largo camino, siempre hay que tener en cuenta lo avanzado.
Y lo mejor es que... se puede estar aún más mejor...