lunes, 12 de mayo de 2008

Tour Europeo 2002/03

Hace ya seis meses más o menos, estaba ordenando mi pieza. O mejor dicho, tratando de ordenar mi pieza. Encontré un cuaderno que había llevado para mi viaje a Europa, el año 2002, a mis tiernos 17 años. Ahí anoté los primeros 12 días del viaje, cuando estuve en Berlín y en Praga. Después no anoté más, cosa que pudo haber sido interesante en su momento, para tener mejor registro de lo que pasó cuando fuimos a otras partes, como España o Italia. En fin, el asunto es que llevo todo este tiempo, muy de a poco transcribiendo al computador lo sucedido, lentamente, e iré publicando de a poco, hasta completar la tarea, son hartas hojas y queda mucho por escribir. Quizás nadie lo lea, pero al menos va a quedar para mi.

Saludos!


Día 1 (27-12-02): “A Tout Le Monde”


Éste fue el día de partida. Me duché, terminé mi maleta y salimos al aeropuerto. Pasamos a buscar a mi Oma, que me quería acompañar y de paso me regaló unos dólares de mi Opa. Lo aproveché de llamar para agradecerle y de paso llamé a mi abuela para despedirme.

Al llegar al aeropuerto me encontré con varios compañeros: Gisela, Pancha Müller, Lalo, Paulina y J. Diego (estos 2 últimos no viajaban). También se apareció una familia de una singular apariencia, como que sus facciones me eran muy familiares. En eso se acerca la mamá hacía la mía y le pide ayuda: Su hija menor, de 16 años (o 15?) viajaba sola a Berlín, por primera vez y sin saber ningún idioma extranjero (complicado). Me la presentaron y como mi mamá es demasiado buena gente, se ofreció para que yo y Peich (Javier) la acompañáramos (o mejor dicho escoltar) hasta Frankfurt y ayudarla a hacer el transbordo. Bueno, yo estaba de acuerdo, hay que ayudar al prójimo y además la chiquilla igual estaba «simpática».

Llegó en eso Peich, y quedaban pocos minutos para pasar por la Oficina de Inmigración.

Pasamos por el “Duty Free” junto a “Ángela”, la chiquilla que nos acompañaba (en realidad, su nombre era María de los Ángeles según su carné de identidad).
¡Abordamos el avión y partimos!

Me senté junto a Lalo en la misma fila que Gísela y Pancha Mu. Más adelante se sentó Ángela y Peich atrás de ella.

Llegamos a Buenos Aires, donde tuvimos que esperar una hora para subir de nuevo al avión. Antes iba casi vacío. Ahora no. Otra cosa que recuerdo es que una “aeromoza” me tiró una talla por mi gorro para el frío (ushanka), diciendo “en Alemania no hace tanto frío”. Chistoso, pero yo no podía soportar la idea de estar con pelo corto-corto, me carga (yo usaba el pelo así antes). También vimos un computador Vaio en el Duty Free argentino como a 2000 dólares.

El vuelo a Frankfurt fue demoledor. 17 horas en total. Además las radios en los aviones son fomes. La tele, por, salvo por los cortos de Disney. La comida era buena al menos. Y como película principal, vimos “Un gran chico” (About A Boy), quizás la película más mala que he visto a bordo de un avión. El enano (el niño), era muy deforme, y su canción favorita era “Killing Me Softly”, la destruía cuando la cantaba. Ok. Olvidemos esto y pasemos al día siguiente, que es más interesante y vale casi por dos.

«Hay gente que solamente podrás ver una sola vez.»