Iron Maiden viene por cuarta vez…

Aunque en realidad vendría siendo la quinta vez que vienen a Santiago, pero sería la cuarta vez que los vería y por ende el grupo que más he visto en vivo (gran honor). La primera vez oficial que vinieron fue el '96 cuando en esos entonces no los escuchaba por razones naturales (edad, por supuesto) y además venían con el vocalista de ese entonces Blaze Bayley. El cantante se llevó una pésima acogida por parte del público, llevándose varios pollos (escupitajos) de recuerdo. El 2001 regresaron con la alineación clásica, dejando atrás el oscuro período con Blaze al micrófono y de paso reconciliándose con el público chileno. Fue mi primer concierto de heavy metal y obviamente la euforia fue total. Además que abrió el show el gran Rob Halford, en ese entonces ex cantante de Judas Priest. Esa noche la dama de hierro sufrió bastantes problemas técnicos de sonidos, incluso el tema de apertura fue tocado 2 veces, porque a la primera no pudieron arrancar con la canción del momento "The Wicker Man". La agrupación combinó canciones de "Brave New World" con material clásico, además que era la primera gran gira de la agrupación como sexteto, por primera vez con tres guitarristas además del retornado vocalista Bruce Dickinson. También fue notable porque al final de "The Clansman", Bruce le llamó la atención a un idiota que lo molestaba con un puntero láser. Al final de la noche se tocó "Run To The Hills", fue una sorpresa ya que no la habían tocado en toda la gira.

Para el 2004 vinieron nuevamente. Ahora se promocionaba el disco "Dance Of Death". Igual el disco no era tan bueno según yo como el anterior, pero igual uno estaba con la excitación de ver a la doncella nuevamente. El telonero esa ocación fueron los locales Witchblade, una banda local que en realidad no prendió mucho. Esta vez no hubo los problemas de sonido de la vez anterior y el concierto estuvo como siempre. Las canciones nuevas igual eran medias aburridas, pero lo entretenido era ver a Dickinson vestido de soldado como en "Paschendale". Lo mejor de esa jornada a mi gusto fue lejos "Lord Of The Flies". Era la canción diferente de la gira, ya que pertenecía a la etapa con Blaze Bayley y obviamente estaba la curiosidad de poner atención si con Bruce se escuchaba mejor. También fue notable el regreso de Eddie, la eterna mascota de la agrupación, vestido como La Muerte.

Ya el 2008 cambió fuertemente el panorama. Yo pensaba que iban a venir por la gira del disco "A Matter Of Life And Death", que hasta el día de hoy no me a prendido tanto como los 2 anteriores. Incluso hasta me daba lata ir, porque a pesar de lo mucho que me gusta la banda (es de mis favoritas), ya escuchar "The Trooper" o el "Número de la Bestia" por 3º vez no me apetecía tanto. Pero el panorama cambió y la doncella de hierro trajo como repertorio lo mejor de los años 80, haciendo una gira en conmemoración a la etapa en torno a su exitoso disco en vivo "Live After Death". Y valió la pena asistir porque por fin pude escuchar en vivo grandes canciones como "Aces High" y "Revelations" que llevaban años fuera del setlist. El único punto bajo fue que Steve Harris (el cerebro de la banda) incurrió en el nepotismo y trajo a telonear a su hija Lauren Harris. La veinteañera Lauren es exquisita, demasiado tasante, pero su música que vendría siendo una especie de Pop/Rock (así como Avril Lavigne pero con esteroides) muy fome. Entonces ahí estuvo el problema, porque se pudo haber teloneado con alguna banda digna a la altura de telonear a los Maiden. Tanto así que en el país de al lado (Argentina) le gritaron cualquier cosa menos bonita. En fin, lo de Lauren igual pasará a la anécdota, mientras que el grupo que todos fueron a ver alternó los clásicos de siempre con material que hace tiempo no se tocaba y eso se agradece siempre.

Ojalá que para este nuevo concierto del 22 de marzo (que pertenece a la misma gira "Somewhere Back In Time") se rescaten otros clásicos olvidados, como "Alexander The Great" (que nunca la han tocado) y "Phantom Of The Opera". Y parece que Lauren Harris vendría a telonear nuevamente… una cosa por otra.